El joven coreógrafo presenta una puesta con bailarines internacionales que explora la sensibilidad masculina a través de la pasión por el automovilismo
Ayrton Senna dijo: «Tengo miedo a la muerte y el dolor, pero vivo con ellos. El miedo me fascina »
En palabras del director:
Imagínese cuatro mecánicos de Fórmula 1 en el escenario, una fusión de fuerza y energía, una situación de masculinidad absoluta junta a la sensibilidad humana. Porque incluso un piloto de carreras fue un niño que jugó con pequeños autitos de plástico y grandes sueños.
Esta obra tiene lugar en una parada en boxes, donde los coches de carreras son llevados para la sustitución de neumáticos y combustible durante la carrera. Los protagonistas son los mecánicos. Ellos están listos. Están esperando el coche para entrar, esperando esos dos segundos que tienen a su disposición para hacer su trabajo de la mejor manera posible. Rutina.
Y en el medio, siempre esperando. Durante la carrera, la atención de todos se centra en la zona de boxes por estos dos segundos de alta concentración y tensión. Esos dos segundos en boxes puede significar la victoria o la derrota.
Esta pieza es sobre todos los otros segundos, minutos y horas en los que los hombres están esperando que el coche llegue. Pero nunca llega. A primera vista, la pieza parece transmitir el cliché eterno de la virilidad. ¿Qué es más viril que el tema "coche"? Pero de alguna manera, poco a poco, la pieza se convierte en algo completamente diferente.
Este no es un tema elegido al azar. El coreógrafo, Exequiel Barreras es un fan del piloto de carreras, Ayrton Senna, que tuvo un accidente fatal durante el campeonato del mundo Formula 1 en 1994 en San Marino Gran Premio. Ayrton Senna moría mientras que Michael Schumacher ganaba la carrera. Luz y sombra. Dos aspectos del mismo juego.
Los cuatro personajes en el escenario viven una extrema tensión, son desgarrados entre la alta excitación y el miedo a la muerte y el dolor. Y poco a poco, se quitan sus máscaras y revelan sus sentimientos, comparten sus sueños y emociones entre sí. El disfraz de macho se desvanece para dejar al descubierto la verdadera sensibilidad de los hombres. Rara vez nos enfrentamos a los diferentes aspectos de la masculinidad, de una manera tan abierta y honesta.
- Dramaturgia:
- Emilio Díaz Abregú
- Bailarines:
- Yannick Badier, Tobias Spori, Hoang Anh Ta Hong, Jack Widdowson
- Vestuario:
- Flavia Somalvico
- Diseño de espacio:
- Ralpf Dünner
- Diseño de luces:
- Emilio Díaz Abregú
- Diseño gráfico:
- Emilio Díaz Abregú
- Coreografía:
- Exequiel Barreras
- Dirección artística:
- Exequiel Barreras