La prueba o la divina causalidad manipulativa

“La expresión causalidad manipulativa, en términos generales, se refiere a entender la causalidad a partir de la idea de manipulación o intervención: si puedo actuar sobre la causa, entonces cambia el efecto”.

Y esto es justamente lo que ocurre en LA PRUEBA O LA DIVINA CAUSALIDAD MANIPULATIVA, que inocentemente hace referencia a “la prueba” de un vestido de novia, una segunda prueba para realizar algunos ajustes necesarios, para que la prenda quede impecable para la boda. Entre puntada y pespunte, entre dobladillo y alforza alguien será manipulado, una causa justa será intervenida logrando efectos insospechados, alarmantes, desquiciantes. Cuando se apaguen las luces, cuando baje un telón inexistente, nos preguntaremos: “¿cómo fue?”, “¿Qué pasó?”; “¿Alguien me lo puede explicar?”. Allí nos daremos cuenta, en ese instante, mientras que también inocentemente aplaudimos, que los manipulados hemos sido nosotros, los espectadores.