El retrato punzó

Es 1851, el gobierno del restaurador agoniza y contrata a un pintor, Prilidiano, para que retrate a su heredera, Manuelita.
La única premisa es que el color predominante del cuadro sea el colorado punzó, pero Prilidiano quiere imponer sus propias condiciones.
¿Qué extraños lazos unen al arte y el poder?
¿Puede un retrato cambiar la historia de una nación?
A partir de un hecho histórico la obra El retrato punzó navega en las aguas del delirio y la ambición de modificar un destino que parece inalterable

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