Prometeo liberado

Con Patón nos conocimos en la cárcel. Él tenía una condena perpetua y yo tenía un contrato cuatrimestral para dar un taller de teatro en CUSAM. Esto fue en el 2011, catorce años atrás. Hicimos una versión del clásico Prometeo Encadenado de Esquilo basado en el mito prometeico: un titán que le roba el fuego a Zeus para dárselo a los hombres. Como castigo es encadenado a una roca y recibe visitas. Patón era Prometeo, yo era visita.

Pero, además del fuego, Prometeo, el dios previsor y adivino, le da a los hombres las artes de la escritura. Así había empezado el CUSAM: presos que se alfabetizaban entre ellxs para aprender a leer los oficios judiciales y no firmar su propia condena, aprender a escribir para mandar una carta a su familia. El CUSAM es una sede de la Universidad Nacional de San Martín, donde pueden estudiar quienes están privadxs de libertad con trabajadorxs penitenciarios. Está ubicado en la Unidad Penal 48 del Complejo Penitenciario San Martín, construido sobre el relleno sanitario del CEAMSE a orillas del Río Reconquista.

De alguna forma que no sabríamos explicar, nuestro vínculo sobrevivió todos estos años. En esta versión de Prometeo Liberado montamos el Pabellón Frazada, una instalación performática para liberar saberes de la cárcel a la calle.

Agradecimientos: A toda la comunidad CUSAM, a El Galpón de Guevara por no poner la pata en la reja, a Marce por el acompañamiento,a nuestras familias,Esta obra recibió la Beca Creación del Fondo Nacional de las Artes,